Ibón de Espelunziecha

Fecha: 1 jun 2009.
Lugar: Ibón de Espelunziecha.
Punto de Partida: Aparcamiento de las pistas de esquí Formigal-Portalet.
Tipo de ruta: Ida y vuelta.
Desnivel aproximado acumulado: 200 m.
Tiempo aproximado sin paradas: 1h. (35' hasta el ibón y 25' de vuelta).

Viene de aquí.
Así pues, tras haber interrumpido la ascensión a Peña Blanca y Peña Roya, como ya dije en el reportaje anterior, decidimos ir a comer a un desconocido ibón que hay cerca del Portalet: el Ibón de Espeluziecha.


Desde el mirador del Embalse de Búbal sacamos otra imagen del macizo de Argualas y Garmo Negro y continuamos hacia el Portalet.

No pudimos evitar parar a contemplar la vista de Sallent de Gállego con la Feña Foratata a sus espaldas... Ahora está todo tan verde que parece Los Alpes...

Buscando el camino por el que debíamos subir nos plantamos en el Portalet... Antes de volver a bajar le echamos este vistacico al Midi d'Ossau. ¡Qué distinto de cuando estuvimos por aquí en invierno!

A poco más de un kilómetro del puerto han hecho una enorme explanación que sirve de aparcamiento, creo que se trata de una ampliación de las pistas de esquí de Formigal. Una valla nos impedía el paso así que dejamos el coche algo más abajo del mismo, a un lado de la carretera.

Desde aquí gozábamos ya de preciosas vistas sobre la Sierra de Tendeñera, Garmo Negro-Argualas, Picos del Infierno...

Sobre el Midi d'Ossau.

Y sobre el Pico de Anayet y el lugar donde está el ibón al que nos dirigimos.

Se encuentra en un paraje precioso. La lástima es la degradación que está sufriendo esa zona a causa de las pistas de esquí. Había restos de porquería por todos lados: palos de colores rotos aquí y allá, lonas (algunas enormes), cables, etc. Aparte, muchas laderas estaban muy erosionadas por las pistas de tierra que han abierto... Todo esto sin contar el feo efecto de los remontes... En fin, quizás con el tiempo todo se asiente de nuevo y mejoren la limpieza de la zona.

Pero bueno, nosotros a lo nuestro.
Echamos a andar por la pista que remonta el Barranco de Espelunziecha hacia el Puerto de Canal Roya. A los 25 minutos, más o menos, tenemos una bifurcación de la pista. La de la derecha sube resuelta hacia el puerto y la de la izquierda llanea hacia unos remontes. Tomamos por ella. Tenemos la cuenca del ibón sobre nosotros y vemos adelante el arroyo que le hace de desagüe. Llegamos hasta él y, sin cruzarlo, tomamos una senda marcada con hitos que lo remonta para llevarnos al ibón en 5 minutos más. En total hemos tardado unos 35 minutos desde el coche. Al llegar nos encontramos esto:

Una pequeña joya casi desconocida.
Desde aquí son grandiosas las vistas sobre Picos del Infierno y Garmo Negro.

Hacia la zona del Balaitous y Soques.

Mientras comíamos, Juan Luis se alejó para sacar una panorámica del ibón.

Se me aprecia a mí, comiendo en la gran roca que hay a la izquierda del todo...

Yo mientras me dediqué a disparar a todo el telón de cumbres que teníamos, desde Argualas al Balaitous. ¡La primera muralla de tresmiles del pirineo occidental! Os recomiendo ver esta panorámica en grande. Vale la pena.

Sin duda, el que más atrajo mi atención fue éste: Picos del Infierno, con sus impresionantes marmoleras. Un buen candidato para convertirse en mi primer tresmil...

Y aquí os dejo toda una serie de vistas del ibón. Había una luz bastante bonita y el colorido era espectacular, dependiendo del punto de observación.

Después de estar aquí un buen rato de sobremesa nos decidimos a bajar, que aún había que volver a Pamplona... El camino sale junto al arroyo que hace de desaguadero del ibón.

Un vistazo atrás... ¡¡hasta pronto!!

Cuando salimos a la pista nos percatamos de que el sendero la atraviesa y nos permite bajar siguiendo el curso del arroyo, así que tiramos por él y así evitamos la pesada pista.

Pasa por una zona plana donde el arroyo realiza varios meandros. Aunque no lo saqué en las fotos, había a la izquierda varias lonas de colores abandonadas en el propio cauce del arroyo... daba pena ver esa escena.
En este rincón hicimos bastantes fotos. El agua, el azul, el verde, las flores... todo animaba a ello.

Seguimos el camino que desciende hacia la izquierda para salir de nuevo a la pista, por donde continuamos el descenso. El arroyuelo ya es un torrente...

Y, casi abajo ya, vuelve a asomar el Midi al que dedico varias fotografías... Es la belleza pura en forma de montaña (aunque esta frase que leí en algún libro se refería al Anie... pero bueno...).

Y llegamos de nuevo a las bases de los remontes.

Desde aquí hacemos alguna foto de la Sierra de Tendeñera...

... y del Midi.

Allá abajo se ve ya nuestro coche. Tenemos que irnos, pero nos llevamos un muy agradable recuerdo...