Circular por Ordesa (Faja Pelay)

Fecha: 24 junio 2009
Objetivo: Cola de Caballo.
Punto de Partida: Pradera de Ordesa.
Tipo de ruta: Circular.
Desnivel aproximado acumulado: 650 m.
Tiempo aproximado sin paradas: 6 h. 45 min.

- Pradera - Calcilarruego: 1 h 30 min.
- Calcilarruego - Cola de Caballo: 2 h. 45 min.
- Cola de Caballo - Pradera (sin desviarse a las cascadas): 2 h. 30 min.

Otras observaciones: La subida al mirador es empinada pero discurre por un camino claro todo el rato, aunque hemos de ir atentos en uno o dos puntos en que puede ser más difuso por la abundancia de hojas caídas. No se recomienda hacerla en invierno por riesgo de aludes. Así mismo, es frecuente en algunos puntos la caída de rocas, por lo que iremos muy atentos en los tramos más expuestos. La Faja de Pelay no es aérea en ningún punto (excepto algún corto tramo) y se recorre con comodidad.

El miércoles 24 de junio fue el día perfecto para ir a Ordesa, donde no habíamos estado desde aquella excursión en marzo de 2006. Habíamos visto hacía poco unas fotos de un forero de mendiak.net (SAKI) que había estado en Ordesa haciendo la Senda de Los Cazadores y la Faja de Pelay, y nos gustó tanto que decidimos ir a hacer esa ruta antes de que se prohibiera la entrada de coches hasta el aparcamiento de la Pradera (del 1 de julio al 15 de septiembre hay que dejar el coche en Torla y subir en un autobús que te "sabla"...).


[Pinchar aquí para ver esta misma ruta en otoño]

Dormimos en Villanúa, en un apartamento que nos dejó un conocido, y así pudimos estar a las 8,15 de la mañana empezando a andar. La primera subida es mejor hacerla frescos... ¡y tan frescos! Hacía 8 graditos nada más cuando dejamos el coche...

Ver El Toledano Errante en un mapa más grande

Éste es el aparcamiento de la Pradera de Ordesa. A estas horas y ya había bastantes coches...

Tomamos las señales que indican "Senda de Los Cazadores".

Las paredes del Tozal del Mallo (2130 m.) son acariciadas por el sol de la mañana.

Cruzamos el río Arazas que aún se está desperezando... Al fondo, la luz empieza a inundar el Valle de Ordesa.

La subida empieza en seguida y casi no tiene tregua hasta el mirador de Calcilarruego, nuestro primer objetivo del día. Son 650 m. de desnivel que se salvan mediante un zigzagueante camino que discurre por bosque casi todo el rato.

El recuerdo que yo tenía de este camino era malo, para qué engañarnos. Pero no por la pendiente (que al final se salva progresivamente y con comodidad) sino por los desprendimientos. Hace unos 15 años me trajeron por aquí en Semana Santa. El que nos guiaba no fue muy sensato pues, a pesar del letrero que había al inicio del sendero de peligro de desprendimientos, nos llevó por allí. Como no había nieve pensó que no habría desprendimientos...
De pronto nos encontramos que había que atravesar un canchal bastante empinado con buen "patio" si te escurrías y que tenía un nevero. Total, yo crucé con otro por el nevero porque llevábamos botas, pero el resto bajó un poco para cruzar por los canchos. Y en ese momento se escuchó un sonido que no olvidaré jamás. Una gran roca se había desprendido de las paredes superiores y al chocar con otra se rompió en mil pedazos que bajaban hacia nosotros. En esa situación no pudieron hacer otra cosa los que estaban cruzando que agacharse y esperar que no les dieran las piedras (cualquier movimiento brusco les podía hacer escurrirse e ir para abajo...).
Gracias a Dios no pasó nada pero el susto fue monumental y nos volvimos inmediatamente...

Con esos recuerdos (quizás agrandados por la mente del chico de entonces...) afrontamos el camino.

En ocasiones se abre un poco el bosque y podemos admirar las bonitas vistas que vamos ganando. Mis temores desaparecen rápido. Nada es tan empinado ni peligroso como recordaba. De todos modos sigue existiendo el riesgo de caída de piedras, por lo que vamos muy atentos.

Ya casi arriba llegamos a esta señalización. A la izquierda iremos al mirador y la Faja. Por la derecha subiríamos a la parte superior del valle, a la Punta Acuta (2236 m.).

El último tramo hacia el mirador es el que está un poco más empinado, pero se hace con calma y ya está, que es muy breve.

Por fin, el Mirador de Calcilarruego (1950 m.)

Las vistas hacia la entrada del Valle de Ordesa son espectaculares.



Abajo está la Pradera y nuestro coche.

A nuestra izquierda vemos el final de la Sierra de Tendeñera (el principio de la misma lo estuvimos "explorando" hace poco...) A la derecha el Pico de Otal (2709 m.) y a su izquierda el Pico de Tendeñera (2853 m.).

En frente tenemos las impresionantes Murallas del Mondarruego (el pico de la izquierda de la panorámica), el Tozal del Mallo, que ya se ha quedado en menos cosa de lo que aparentaba desde abajo, y el circo de Carriata.



A la derecha de aquello tenemos el Circo de Cotatuero, con su impresionante cascada. Lo dominan las cumbres de el Casco (3006 m.), a la izquierda, y la Torre (3009 m.), a la derecha.

Foto de familia, jeje.

Y un vídeo de las vistas.

Al rato empieza a llegar mucha gente. Unos franceses, unos checos...

Continuamos el camino por la Faja de Pelay, que parte de detrás del pequeño refugio que hay aquí. Se trata de un camino muy cómodo que recorre el valle a media altura. Aunque va un poco "colgado", casi nunca hay la sensación de tener un gran "patio" a la izquierda, pues discurre por un bosquecillo y no muy cerca del borde del barranco.
A partir de aquí apenas habrá que subir alguna cuestecilla mínima. El camino, en líneas generales, ya va llaneando y bajando poco a poco.

Estas flores (Rododendros) cubrían gran parte de los bordes del camino.

Hacia allá nos dirigimos...

... y de aquí venimos. Al borde de ese espolón rocoso está el mirador en que hemos estado. Aún queda gente.

Tras un rato de marcha empiezan a aparecer progresivamente relieves que nos resultan familiares. Aquí se ve ya la famosa Brecha de Rolando, a la izquierda del Casco.

El camino suele ir por bosquecillo de pinos casi todo el tiempo.

La Cascada del Estrecho desde arriba. A la vuelta pasaremos por ella y la veremos más de cerca.

Otras vistas del camino.

Aquí podemos apreciar por dónde discurre la Faja.



Poco después aparece ya el Dedo y el Taillón, a la izquierda de la Brecha de Rolando.

Vamos altos, pero las paredes que nos guardan las espaldas aún suben hasta más arriba...

A mitad de camino llegamos a un pequeño prado colgado con un refugio. Es la Mallata de Abé, un rincón bucólico y pastoril...

El camino continúa hacia el fondo del valle.



Nos encontramos con mucha gente que hace el camino en sentido contrario al nuestro. Suelen recomendar hacerlo en el sentido en que lo hemos hecho nosotros, pero en fin...
Aquí nos preguntan cuánto falta...

Juan Luis no para con las fotos... ¡y yo tampoco!

El cruzarnos con la gente nos ayuda a hacernos una idea de las dimensiones. En esta foto está la gente en el círculo rojo.



Ya dejamos de ver las cumbres de la zona del Taillón, que se despide de nosotros...

... pero empezamos a ver las de la zona del Perdido. Asoma primero el Soum de Ramound o Pico de Añisclo (3254 m.). Es un momento emocionante volver a ver estas cumbres después de tántos años...

Al rato vemos también la cumbre del Monte Perdido (3355 m.), el rey del valle.

Una perspectiva poco común de las Gradas de Soaso. Por ese camino bajaremos luego.

Continuamos hacia el fondo del valle.

Vista atrás.

Y por fin aparece la tercer de las Tres Sorores: el Cilindro de Marboré (3328 m.), a la izquierda del Perdido.



Es un momento emocionante: el Circo de Soaso, cabecera del valle de Ordesa, a nuestros pies. Y, dominándolo, las Tres Sorores: Cilindro de Marboré, Monte Perdido y Pico de Añisclo.

Las Gradas de Soaso, puerta hacia los pastos superiores del valle.

Y por si no teníamos bastantes emociones ya, encontramos unas florecillas que llevaba años queriendo encontrar: Edelweiss. La primera vez que lo veía.

Éstas no estaban aún muy blancas, pero luego vimos otras mejores.

Seguimos bajo la mirada atenta de las Tres Sorores.

Un último vistazo atrás para despedirnos por hoy de Otal y Tendeñera.



Y aquí tenemos unos ejemplares mejores de Edelweiss. Es como si se cubrieran de una telilla muy fina...

Ya vemos la famosa Cola de Caballo, al fondo del Circo de Soaso. Hasta que no estás junto a ella no te haces a la idea de las dimensiones.

Tenemos esta señalización al final del camino (el principio si empiezas desde aquí) que indica que no se inicie después de las 3 de la tarde. Supongo que será por evitar la caída de piedras en caso de formarse tormenta por la tarde... El caso es que una vez que entras en esta senda ya no hay más forma de salir de ella que siguiendo hacia adelante.
Hemos tardado unas dos horas y tres cuartos desde el mirador de Calcilarruego (con numerosas paradas a hacer fotos...).

Antes de bajar a la Cola de Caballo decidimos remontar el camino que sube hacia Góriz (el camino de los Mulos) pues lo podíamos tomar desde aquí sin necesidad de bajar. Nuestro objetivo era situarnos encima del escalón rocoso para hacer alguna foto del valle con más perspectiva.

Y aquí estamos. Ordesa a nuestros pies.

La Cola de Caballo desde las alturas.

Por aquí continúa el camino que lleva hacia el Refugio de Góriz. Un paraje alucinante.

Unas vistas más...

Y un vídeo desde aquí.

Ahora sí, bajamos de nuevo hacia la Cola de Caballo para comer, que ya es hora. Los cruces de caminos están perfectamente señalados.

Aquí abajo tenemos más gente que en el metro. ¡Y eso que es un miércoles de junio! No quiero ni pensar lo que será un fin de semana de Agosto o Julio...

Nos mimetizamos con el ambiente y sacamos nuestros bocadillos. El mío es XXL...

Hay gente de todo tipo. Turistas...

... y grupos bajando por las Clavijas de Soaso.

Después de comer nos acercamos a la cascada para verla más de cerca. Realmente no te haces cargo de las dimensiones hasta que estás al lado...

Luego cruzamos por el feo puente metálico que han construido aquí para admirar la cascada por el otro lado.

¡Qué cantidad de gente! Cuando vinimos en primavera hace unos años sólo encontramos a una persona...

Cuando nos íbamos empezaban a llegar unos grupos de un colegio o un campamento o algo así con niñis pequeños...



El valle, desde aquí abajo, se hace inmenso...

En este tramo han empedrado el camino, lo que hace perder un poco la belleza natural del valle. Supongo que lo han hecho para evitar la erosión causada por tantos visitantes, pero estéticamente está bastante fuera de lugar, a mi juicio...

En una ladera vemos decenas de árboles arrasrados por un alud. ¡Con tánta nieve como ha habido este año...!

Hay rincones de película...

Continuamos nuestro camino hacia el borde de los pastos superiores, donde el río se precipita hacia abajo por las cascadas llamadas Gradas de Soaso.

Las Gradas de Soaso. Un rincón de los que más me gusta del valle, sobre todo en invierno.

Estos rosales silvestres adornaban parte del camino.

Tras bajar las Gradas de Soaso el camino continúa más o menos llaneando mientras que el río se precipita al fondo del valle a nuestra izquierda.

Pasamos junto a unas paredes de roca donde crecían bastante orquíedeas pequeñas (de las que no hicimos fotos... ¡¡qué raro!!).

Y en seguida nos internamos en un espeso hayedo.

En el bosque hay zonas con un auténtico caos de rocas.

Ya estamos en la cascada de El Estrecho. Desde aquí se precipita con estruendo.

Y después bajamos a un mirador que hay en su base. Hay que dar un buen rodeo para llegar abajo. Mientras bajábamos vimos un desvío a la izquierda que bajaba bastante empinado. Sospecho que acaba aquí también, pero no nos metimos a investigarlo...

Junto a esta cascada tenemos otra señalizada: la Cascada de la Cueva.

Un poco más adelante encontramos este bonito ejemplar de Campánulas.

Posando en la Cascada de Arripas. Tenemos una foto casi igual en invierno con la mitad de la cascada helada...

Hasta tuvimos tiempo de hacer un poco el mono.

Espléndido ejemplar de haya. Las raíces se extendían bastante lejos del árbol a ras de suelo.

Llegando a la Pradera volvemos a encontrarnos con las paredes de la Punta del Gallinero, entrada al Circo de Cotatuero, que toman bonitos tonos con la luz de la tarde.

¡Cómo me gustan los bosques a la caída de la tarde!

Llegando a la Pradera se encuentra esta capillita con la Virgen del Pilar. Aquí sale también el camino que baja del Circo de Cotatuero.

Y ¡por fin!, de nuevo en la Pradera. Son casi las 7 de la tarde. Llevamos unas 11 horas dando tumbos por ahí y sacando fotos como locos. Hemos disfrutado de lo lindo.

Ahora que hay más luz reconocemos fácilmente el mirador de Calcilarruego desde aquí abajo. ¡Menuda subidita tiene!

Nos despedimos de Ordesa mirando las paredes de la Murralla de la Fraucata.

El Tozal del Mallo.

Y las Murallas del Mondarruego.

Ahora nos quedan dos horas y media de vuelta hasta casa.
Ya cerca de Pamplona, el día tuvo su broche final con esta puesta de sol tras la Higa de Monreal.

Y con esto se despiden estos dos hasta la próxima.
¡Saludos!