Ascensión a la peña Izaga (1352 m.)

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El domingo 5 de octubre, ya que Juan Luis pudo sacar un rato a partir de las 12 del medio día, hicimos una breve y bonita excursión a una montaña muy cercana a Pamplona: la Peña Izaga (1352 m.).
Iniciamos nuestra ascensión desde el pueblecito de Ardanaz, al que se llega desde un desvío que parte de la carretera que une Campanas con Aoiz. Dejamos el coche en una plaza con una fuente, desde donde es seguida salimos al camino.


Este es el camino que nos saca del pueblo. Al fondo nuestra cumbre: Izaga.


A los pocos minutos llegamos a un panel explicativo junto a otra fuente. En todo este tramo de caminos del campo hay señalizaciones que nos indican por dónde seguir para ir a Izaga.


El primer desvío a la derecha que hay que tomar.


Otro desvío a la derecha.


Esta señal nos indica un pequeño atajo que hemos de tomar.


Y continuamos a la izquierda, por el camino ancho al que salimos tras el atajo.


Hay unas deliciosas zarzamoras ya por el bosque. Mmmm, ¡qué ricas!


Los campos de cultivo que hay a la sombra de Izaga esperan la nueva estación de siembra.


Desde aquí se puede ver ya la ermita de San Miguel, de estilo gótico temprano según ponía en un panel explicativo. A ella tenemos que salir dentro de un rato...


Tras unos tres cuartos de hora, el camino que traíamos se convierte en senda y nos adentra en un bosque que está empezando a llenarse ya de colores otoñales y de frutos.


La luz del sol, tamizada por las ramas de los árboles, le confiere al paraje un aspecto de ensueño.



Y por fin, tras poco menos de hora y media (con paradas...) salimos del bosque a una zona muy pedregosa y con algunas praderas, donde se encuentra la ermita de San Miguel y desde donde tenemos las primeras vistas amplias sobre Pamplona y las montañas que la rodean, así como sobre el Pirineo más cercano.


El Ori con las primeras nieves del otoño.


Los primeros colosos pirenáicos.


Un poco más desde aquí y ya estamos en la cumbre.


¡Arriba! Ya estamos en el Vértice Geodésico de la cumbre. Hemos tardado poco menos de dos horas.



El buzón que encontramos allí, que se encontraba vacío.


Y unas buenas vistas para comer.


Esta es la cuerda que que prolonga desde la cumbre hacia el sureste.


La vecina Higa de Monreal.



Y, encajonado en su cuenca, Pamplona.


Y ahora algunas ejemplos de la fauna local...



El San Donato (Beriáin), con una curiosa forma desde este ángulo...


Abajo queda el pueblo del que hemos partido y al que nos dirigiremos ahora de nuevo.


Los campos, aún sin sembrar, tenían unos colores de todo menos monótonos...


Así que nada, tras comer e hincharnos a fotos, nos bajamos de nuevo hacia la ermita.




Y de ahí de nuevo al bosque y para abajo. ¡Qué bonita es la luz de la tarde en el interior de los bosques y cuántos recuerdos agradables me trae...!


Empieza a verse el pueblo tras la bajada.


Los colores del campo que duerme aún...


... y los de los chopos que empiezan a amarillear.


Por fin, tras poco más de una hora de bajada cómoda, llegamos de vuelta al pueblo. Es una bonita excursión para cuando no se tiene mucho tiempo.


Este es el mapa del recorrido aproximado que hicimos. También se puede llegar a la ermita de San Miguel desde el cercano pueblo de Reta, por una cómoda aunque larga pista...