Cimas: La idea era subir a Peña (1069 m.), pero una valla impide el libre acceso y si no te han dado permiso para entrar debes conformarte con llegar a un buzón alternativo junto al cementerio del pueblo.
Punto de Partida: Finca Torre de Peña (Navarra).
Tipo de ruta: Ida y vuelta.
Desnivel aproximado acumulado: Unos 400m. Si se llega a la verdadera cima hay un desnivel de unos 580 m.
Tiempo aproximado sin paradas: 2 h. 30'
Hasta el despoblado: 1 h. 20'
Del despoblado al cementerio: 5'
Del despoblado hasta el punto de partida: 1h.
Otras observaciones: La pista que sube directamente de Torre de Peña a la cima pertenece a una finca particular y está vallado su acceso. Saltarla puede suponer una multa (si te pillan) o un encuentro no agradable con perros sueltos. Desde Sos del Rey Católico se puede llegar cerca de la cima, al otro lado de la alambrada, aunque desconozco si se puede enlazar ese itinerario con el aquí descrito.
Aprovechando que la mañana de este martes daban un respiro de buen tiempo (sólo hasta media mañana) en la zona de Sos del Rey Católico, me fui temprano a visitar el despoblado de Peña, un lugar al que hacía tiempo que quería ir.
Este es el mapa del recorrido. He indicado en azul el trazado aproximado de la alambrada (sólo por el lado que me afectaba a mí, no sé por dónde sigue después) que nos impide acceder a la cima.
Para llegar desde Pamplona hay que ir hacia Sangüesa y continuar dirección Sos del Rey Católico, hasta que en una gran curva sale un desvío que indica Cáseda. Lo tomamos y en el primer pueblo al que llegamos, Gabarderal, sale el desvío que indica "Peña". Al llegar a lo el mapa indica como Torre de Peña me encuentro con que no es un pueblo, sino un conjunto de caseríos con un ermita y es propiedad privada. Así pues, dejo el coche a la entrada de la finca y recorro los metros que me quedan a pie.
Ver El Toledano Errante en un mapa más grande
Al frente tenemos la sierra de Peña, que se despereza con las primeras luces del día.
Recorremos la finca de Torre de Peña hasta pasar junto a la ermita, con un curioso cementerio lleno de estelas.
Continuamos por la pista principal en la misma dirección que traemos hasta llegar, a unos 10 minutos desde el coche, a una bifurcación. Aquí hemos de tomar por la pista de la derecha, pues la de la izquierda, tras realizar una curva se encuentra cerrada con un gran portón con muchos carteles de prohibición. Cuando subí no lo sabía, pero a la vuelta me asomé y lo vi.
Este es el portón que cierra la pista de la izquierda, fotografiado a la vuelta.
Después he visto que siguiendo el camino que parte de la curva que hace esa pista, pocos metros antes del portón, también se puede llegar a Peña. Pero bueno, ese recorrido queda pendiente para otra ocasión.
Yo continúo por la pista que he mencionado (la de la derecha) que no tiene pérdida. Recorre el fondo de un barranco por choperas y, posteriormente, encinares. Haciendo caso omiso a los pequeños cruces que llegan a ella continuamos hasta el fondo del barranco, donde hace una gran curva a la izquierda y comienza a ascender resueltamente hacia el despoblado de Peña.
Pronto empieza a asomar ante nosotros, como un escenario de un sueño… Llevo poco menos de una hora andando.
Continuamos y cada vez tenemos una visión más completa de la curiosa meseta inclinada en la que se asienta el pueblo abandonado.
Al fin llegamos a un cruce. A nuestra izquierda, una pista cerrada en su inicio con una cadena nos llevará directos a Peña. A nuestra derecha, una curva cerrada de la pista que traíamos la lleva hacia el pequeño collado de la Erica para descender, tras muchos kilómetros, hacia Carcastillo. Primero iré al despoblado y posteriormente andaré un poco por la otra pista para hacer fotos del pueblo con mejor perspectiva.
Vistas del despoblado según nos vamos acercando. Se nota que la iglesia y la casa abacial (a su lado) han sido restauradas recientemente.
Llegando a la entrada del pueblo. Alrededor de 1 h. 20' desde el coche y sin paradas. Se entra por un bonito arco que hay bajo la iglesia.
Entrar en el pueblo es como atravesar una puerta en el tiempo. Sería imposible describir aquí todos los pensamientos que me vienen a la mente en ese momento. ¡Qué sensación! ¡Qué pena!
Tras deambular un rato por las antiguas calles comidas por la vegetación y entre las ruinas de las casas, comienzo a remontar la meseta hacia el torreón en ruinas, restos del castillo que antaño dominaba la población.
Empiezo a tener buenas vistas de los pueblos del valle del río Aragón.
Gallipienzo.
Cáseda.
Ujué.
Panorámica de las vistas hacia el norte desde lo alto del torreón (pinchar en la foto para ver más grande).
A mis pies el pueblo deshabitado de Peña.
Aquí crecen bonitas florecillas, contemplando esta desolación año tras año, mientras recuperan progresivamente el terreno que en una ocasión le arrebató el hombre…
De nuevo bajo a la entrada del pueblo y me dispongo a subir hacia el cementerio por un sendero que nace justo enfrente de la puerta de entrada, desde la pista por la que he llegado.
El sendero es claro en todo momento. A veces con más vegetación y a veces con menos, pero se avanza sin ningún problema. Según gana altura tenemos una perspectiva diferente del pueblo.
Al llegar a lo alto, a un pequeño collado, en poco más de cinco minutos, el sendero se divide en dos. Uno va a la izquierda y el otro a la derecha. El de la izquierda se asoma a unas peñas que hay frente al torreón. El de la derecha nos lleva hacia el cementerio y el buzón alternativo a la cima de Peña, que ya vemos desde aquí.
Primero me asomo frente al torreón.
Hay bonitas vistas hacia Cáseda.
Luego me acerco al buzón.
Continuando con el sendero que me ha llevado al buzón se llega en pocos metros al cementerio. En su muro aún quedan marcas de GR, pero el sendero está cortado por la alambrada.
En el interior del cementerio está la lápida del piloto inglés abatido por las baterías alemanas del sur de Francia durante la Segunda Guerra Mundial. En este estupendo artículo de un blog sobre despoblados de Navarra, se habla sobre el suceso y sobre otros aspectos del pueblo de Peña.
Otras lápidas en el pequeño cementerio.
Si continuamos por la derecha de la tapia del cementerio, siguiendo las marcas de GR, nos encontramos en seguida esta puerta metálica.
Rodeando el cementerio por el otro lado, el izquierdo, hay un sendero que pronto encuentra la alambrada y sigue junto a ella.
Al poco rato se llega a la pista por donde tenía pensado bajar al coche de nuevo, pero queda dentro del recinto vallado.
Tras intentar seguir un tiempo junto a la alambrada por un sendero muy borroso y a veces inexistente y muy cerrado por la vegetación desisto. Pensaba que la alambrada estaría sólo un rato y luego podría salir a la pista, pero cuando volví me di cuenta de que llega hasta abajo del todo. Desistí de seguirla porque la vegetación se cerraba mucho y se llegaba a una zona muy escarpada que requería delicados destrepes que, yendo solo, no me pareció prudente hacer.
Así pues, marcha atrás y me planto de nuevo en la entrada del pueblo de Peña.
Después de la aventura de la alambrada decidí bajar por donde había subido. Hay otro camino que parte de la zona baja del pueblo y que me habría permitido volver haciendo una ruta circular (el que sale junto al portón metálico de abajo, como dije al principio), pero al asomarme me pareció que estaba muy cerrado y no lo tomé. En realidad el camino está limpio y sólo presenta ese aspecto difuso en su arranque, aunque eso lo supe al volver a casa y mirar la foto satélite y algunas reseñas…
El caso es que, como ya conocía el camino de bajada, decidí entretenerme un rato por la pista que va hacia Carcastillo para hacer algunas fotos del pueblo con más perspectiva. La pista discurre por un bonito encinar.
Pero entre las encinas, de cuando en cuando, podemos asomarnos sobre Peña.
Tras unas cuantas fotos cada vez se nubla más (ya va llegando el frente anunciado) y hay peor luz, así que me dispongo a volver. Vuelvo a bajar a la pista por la que subí y me despido de Peña.
El sol asoma a ratos entre las nubes, cada vez más abundantes, y me regala momentos como éstos.
Tras poco menos de una hora desde Peña, vuelvo a ver la casa junto a la que arrancaba esta pista. Ya estoy de nuevo abajo.
He salido por la pista marcada con la flecha. La de abajo nos lleva a la casa.
De nuevo en la finca de Torre de Peña.
Y me entretengo en los trigales.
Allí está el coche. Un agradable paseo para el poco tiempo que hubo de sol…
Hasta la próxima!
Saludos compañero.
ResponderEliminarAyer (Agosto del 2013) estuve con un compañero visitando el pueblo de peña. Me fascinó tanto, que he seguido recopilando información por la red. Una gran aventura, aunque muy calurosa, más que recomendable. Sólo nos faltó de ver el cementerio, con la lápida del aviador inglés, pero gracias a tu gran trabajo he podido verla, aunque seguro que con el paso de los años volveré y no dejaré de visitarlo.
Muchas gracias por tu artículo y enorabuena.