Cimas: San Bernabé (822 m.), Peña del Abrigo (915 m.) y Carrascal (1155 m.).
Punto de Partida: Unzué.
Tipo de ruta: Ida y vuelta.
Desnivel aproximado acumulado: 870 m.
Tiempo aproximado sin paradas:
Tiempos aproximados desde Unzué a cada cumbre por separado:
- Unzué - San Bernabé: 35'
- Unzué - Peña del Abrigo: 50'
- Unzué - Carrascal: 1h 45'
Otras observaciones: La subida a la Peña del Abrigo es bastante caótica por las plantas y la pedrera. El descenso requiere mucha atención para bajar por donde subimos y no acabar en algún cortado no deseado.
El domingo 5 de abril por fin puede sacar un rato para ir al monte. Como no tenía con quién, decidí no irme muy lejos de Pamplona, así que me fui a la Sierra de Alaiz con la idea de visitar alguna de sus cumbres. Mi plan original era muy ambicioso (como de costumbre) pero la realidad de mis fuerzas me hizo desistir de él y al final sólo visité tres cimas: San Bernabé (822 m.), la Peña del Abrigo o del Rincón (915 m.) y Carrascal (1155 m.).
Mi punto de partida fue el bonito pueblo de Unzué (664 m.), a unos 20 minutos de Pamplona, muy conocido por la llamativa Peña de Unzué, que atrae la atención de los viajeros que llegan a la capital navarra desde el sur.
Aquí dejo el mapa de la ruta.
Desde detrás de la iglesia del pueblo sale una amplia pista de tierra, señalizada como Itinerario Micológico: por ella hemos de tomar. Aquí he aparcado el coche. La Peña de Unzué llama la atención detrás de la iglesia. (Por cierto, el todoterreno de la foto no es mi coche... qué más quisiera...).
A la izquierda puedo ver las dos primeras cimas del día: San Bernabé y la Peña del Abrigo.
Me impresiona ver dónde han contruído la ermita...
Paso junto a una fuente que me servirá de alivio a la vuelta y, al poco rato, hay una bifurcación. Se toma el camimo de la izquierda, que en seguida nos baja al Arroyo de Artusia, que vadeamos.
Después hay que seguir a la izquierda hasta que llegamos a un nuevo cruce, donde también tomaremos a la izquierda. Este camino nos va a adentrar en el Valle del Arroyo Orrón, que remontaremos hasta el Collado de Erega, donde se une al camino que asciende desde las Canteras de Alaiz por el Barranco de Peñarte, en la otra vertiente.
Continúo subiendo por esta pista hasta que, 20 minutos después de salir del pueblo, llego a un punto en el que arranca un evidente sendero a la izquierda, señalizado con un hito o cairn. Por él subiré al collado que separa San Bernabé de la Peña del Abrigo. Luego volveré a bajar a este punto para continuar la excursión.
Ya tengo la ermita cada vez más cerca...
... y Unzué con la peña de Unzué cada vez más abajo.
El sendero es estrecho, pero se avanza con comodidad.
En 10 minutos desde el cruce de abajo llego a un collado (794 m.), donde hay una bifurcación. He tardado media hora desde el pueblo. Por el camino de la derecha se llega a la Peña del Abrigo y por el de la izquierda a la Ermita de San Bernabé. Primero iré a ésta, pues está más cerca.
En escasos cinco minutos se llega a la Ermita de San Bernabé (822 m.), y aprovecho para hacer un breve descanso y sacar algunas fotos.
El camino por el que he llegado.
Unzué a la sombra de la Peña de Unzué.
Y unas bonitas vistas hacia el oeste.
Añorbe, con la Ermita de San Martín (714 m.) en lo alto del cerro del mismo nombre.
El verde Barranco de Artusia, por el que discurre el itinerario micológico.
Y la Peña del Abrigo, mi siguiente objetivo. Desde el collado que la separa de la cumbre en que me encuentro parte un camino que bordea los murallones de piedra hacia el oeste. Luego asciende por la loma, bastante cerca del abismo.
Y una miradica a las cimas de la Sierra de Alaiz que pensaba haber visitado también: Orraun/Orronz (a la izquierda, con sus característicos cortados de roca) e Izula (más suave de relieve, a su derecha).
De nuevo bajo al collado que me separa de la Peña del Abrigo y tomo el camino que antes señalé, en la bifurcación. Este camino avanza bastante cerrado entre el boj y las carrascas, pero sin que nunca sea complicado seguir. Al cabo de cinco minutos encontramos un gran hito que nos indica que tomemos el sendero que trepa a la derecha.
Esta empinada subida es lo más complicado de la ruta. Al principio está bien marcada la senda, con hitos y con marcas en los árboles, primero de tela y luego de plástico.
Sin embargo, el tramo final, ya más despejado, es muy farragoso y es fácil perderse si no vamos muy pendientes de los hitos. Esto será particularmente importante a la bajada.
Por fin, tras 15 ó 20 minutos de cansada ascensión, corono la cima de la Peña del Abrigo (915 m.). Hay unas curiosas banderitas de colores en la cima... casi igual que en el Himalaya...
Las panorámicas se abren ya hacia la Sierra del Perdón y la Cuenca de Pamplona, por encima de las canteras.
Desde aquí veo bien el camino por el que tengo que seguir hasta las despejadas campas del Collado de Erega. Además veo ya la pirámide de Carrascal, donde subiré más tarde, despuntando detrás de Orraun (la loma de la izquierda) e Izula (la de la derecha). En principio voy a seguir el camino que rodea Izula por abajo, a la derecha, aunque me fijo en que parece que hay otro que trepa por la arista siguiendo un cortafuegos. En fin, ya veré el panorama cuando está abajo.
Otra vista de Unzué y la Ermita de San Bernabé, encaramada en las peñas.
La Peña de Unzué.
Tras un bosque de molinos sobresale la Higa de Monreal, siempre presente...
A mis pies tengo el Barranco de Peñarte (Peñartea), desde donde sube un camino que se junta al mío en las campas del Collado de Erega. En las paredes de Peñarte es frecuente encontrarse escaladores...
La autovía que baja hacia Zaragoza a mis pies... ¡Cuánta gente pasa por ahí totalemte ajena al paraje en que me encuentro...!
Aprovechando el trípode...
Tras este descanso y disfrutar de las vistas comienzo el descenso. Si la subida era delicada el descenso lo es más. Hay que ir con mucho cuidado de no perder los hitos y -¡sobre todo!- las marcas de plástico de los árboles. Tenemos que evitar, en cualquier caso, tirar demasiado a la izquierda pues, por ese lado baja otro sendero, también marcado con hitos, pero que se mete en una parte mucho más empinada y cerrada que además requiere unas pequeñas destrepadas. Tras inspeccionarlo, pues parece que baja más directo al collado de la ermita, lo desheché por engorroso. Un poco más adelante, por el sendero normal, puede sacar esta foto: por ahí, entre esas paredes y encinas, baja ese otro sendero del que he hablado. No muy atractivo...
Sin más novedad continúo hasta el desvío que me lleva ya al collado de la ermita y de él al camino principal que subía por el Barranco de Orron. Unos tres cuartos de hora de descenso desde la cima hasta aquí contando con las inspecciones del otro sendero.
Ahora continúo mi camino hacia el Collado de Erega. En comparación con las sendas entre el boj de antes, esto me parece una autopista...
El recorrido no tiene complicación en este tramo. Se trata de seguir el ancho camino hasta que salgamos al que sube de Peñarte. Encuentro algunos cruces pero, como digo, no hay que desviarse del camino principal.
Entre las encinas la Peña de Unzué va tomando una curiosa perspectiva.
Por fin, 15 minutos después de dejar el cruce de la Peña del Abrigo, salgo al camino de Peñarte. Hacia atrás queda la peña donde hace un rato he estado subido.
Ahora prosigo la marcha hacia la derecha por un agradable y ancho camino. Busco por si veo el desvío a la izquierda que me lleve al cortafuegos que vi desde arriba, pero como no lo veo claro prefiero seguir por aquí.
Ya va haciendo calor, pero de vez en cuando sopla una brisa suave que se agradece.
En unos 10 minutos más se llega a un prado donde hay un desvío. Yo tengo que coger el de la izquierda, que empieza a trepar por las fladas de Izula hasta el collado del mismo nombre, que me dará paso a la parte alta de la sierra. Si siguiéramos por la derecha enlazaríamos con la pista que nos lleva bajo el Alaiz, la altura más alta de la sierra, por donde fui el 11 de noviembre de 2009.
[Se puede llegar a este claro de un modo más directo desde Unzué siguiendo el recorrido del 11 de noviembre de 2009, que consiste en tomar la pista de la derecha al vadear el Arroyo de Artusia.]
Una mirada atrás me muestra las curiosas formaciones de Peñarte. Desde luego atractivas para los escaladores...
Al cruzar el claro, el camino se adentra en un sombrío túnel de encinas. Ahora empieza una buena subida que me hará sudar la gota gorda (llevo casi dos meses sin salir y estoy anquilosado...) y desistir de "trepar" más cumbres: con el Carrascal me doy por satisfecho.
A los 10 minutos de ascensión se llega a un portillo en la alambrada, que vuelvo a cerrar tras cruzarlo.
Unos 15 minutos después, la pendiente disminuye y salimos del espeso bosque. El collado ya está cerca y puedo disfrutar de unas preciosas vistas hacia el Barranco de Artusia, a mi derecha.
Los molinos lo pueblan todo. Es el Parque Eólico de Guerinda o de Alaiz.
La primavera ya está llegando y aparecen las primeras florecillas.
Aquí me encontré las primeras personas del día, un hombre y una mujer bastante mayores (más de 65 años seguro), que bajaban tan frescos... y yo envuelto en sudor... desde luego...
Por fin, tras una ascensión de media hora que se me ha hecho eterna, llego al Collado de Izula (1016 m.), donde hay un cartel de "Coto Privado de Caza", y que me da paso a la parte superior de la sierra.
Ahora salgo a una gran olla, a la sombra del Orraun. Todo el centro es un pequeño helechal que atraviesa mi camino. Pero ahora están todos los helechos secos. Detrás se ven los hayedos que manchan por aquí y por allá. De pronto parece que hemos entrado en un mundo completamente distinto del que veníamos. Al fondo llega el siguiente grupo que me cruzo, de hombres mayores pero no tanto como los de antes. Así veo claro por dónde tengo que entrar en el hayedo... Hay una división justo a la entrada. Hay que tomar por el lado derecho.
Como decía, un paraje que no tiene nada que ver con lo anterior. Cruzando el hayedo me encuentro con el siguiente grupo, de chicos y chicas jóvenes, mucho más numeroso... ¡Todos han decidido venir hoy al Carrascal! ¿Me encontraré lo siguiente uno de niños??
En poco rato se sale a una gran explanada herbosa. En ella veo ya la pirámide del Carrascal. En el centro hay un viejo arado de tractor. En este punto hay dos caminos. El nuestro, que atraviesa la explanada hacia la parte derecha de la pirámide del Carrascal, por donde se adentra en el bosque. Y otro, a la izquierda, que nos llevaría a la cima de Orraun.
Continúo por el que me lleva al Carrascal en poco más de 10 minutos. Aparte de mi cansancio se me ha hecho ya muy tarde para andar prolongando la excursión hacia la otra cima.
De nuevo penetro en un bonito hayedo. El camino va señalado con hitos y, a veces, marcas de pintura rojas. Tras salir del hayedo al bojedal y dar unas cuantas revueltas se alcanza la cima de Carrascal (1155 m.). Ahí encuentro un vértice geodésico y un buzón del Club de Montaña Alaitz.
Y ahora... ¡a disfrutar de las vistas!
Hacia el nordeste continúa la cuerda por un sencillo sendero entre el boj hasta la cima de Alaiz (1167 m.), verdadero techo de la zona y donde también había querido ir... ¡desde luego, qué poco conocimiento...!
La Higa de Monreal me vigila desde esa dirección, con la silueta de la Peña Izaga detrás de ella.
Molinos y más molinos...
A mis pies tengo la entrada a Pamplona de la autovía que sube de Zaragoza. La Sierra del Perdón y, como no, la capital navarra.
Tirando de zoom, aunque pierde nitidez, saco una toma del acueducto de Noain y otra de Pamplona.
Mirando hacia donde he venido tengo las cumbres de Orraun, Izula y la Peña del Abrigo.
Tampoco se me escapa la Peña de Unzué, mucho menos impresionante desde este ángulo.
Y ahora zoom sobre algunos pueblos:
Tiebas con su castillo, a mis pies.
Subiza, en las faldas del Perdón.
Añorbe, bajo el Cerro de San Martín.
Tras un descansillo en que me quedé embobado mirando a un águila dar vueltas, tengo que volver a la realidad para bajar a casa a comer, así que me vuelvo a internar entre el boj para bajar a Unzué.
Delante tengo las manchas de hayedos que pueblan la zona entre Carrascal y Orraun. Por ellos y por los claros que salpican entre medias discurre la ruta de acceso... mejor la dejamos para otro día.
Vuelvo a llegar al claro de antes, donde estaba el arado oxidado, y me dirijo a la entrada del hayedo. Es importante prestar atención cuando se sube, pues a la bajada es fácil depistarse y tomar un camino erróneo. Por aquí volví a encontrarme con varias personas. Es curioso, con todos me crucé por estos bosques...
Vuelvo a salir al helechal y lo atravieso.
Desde el Collado de Izula las vistas sobre el Barranco de Artusia son preciosas. En frente y abajo tengo al Alto de Aiurdi (978 m.) y la Higa de Monreal en el horizonte, detrás de la suave loma del Txanburu.
El descenso ahora es mucho más agradable -¡y breve!- que la subida. Al final del sendero, vuelvo a salir del túnel de carrascas a la pradera donde antes comencé mi ascensión.
De nuevo sigo por el camino ancho sin problemas. En la cima de la Peña de Unzué se ve a gente constantemente.
Otra vez en el cruce con el camino que me lleva al Barranco de Orrón. Tengo que tomar el camino de la izquierda, pues si no me adentraré en Peñartea y acabaré en las canteras. La Peña del Abrigo me sirve de referencia.
De nuevo bajo por el agradable camino de antes.
No puedo quitar la mirada de la Peña de Unzué... ¡qué cosa tan bonita!
Me alegro cuando por fin aparece Unzué de nuevo ante mi... ye tengo bastante hambre...
La Peña de Unzué poco antes de volver a vadear el arroyo de Artusia.
Y de nuevo las cimas de San Bernabé y la Peña del Abrigo, donde inicié la ruta de esta mañana.
La primavera también deja sentirse por aquí abajo...
Ya llego a la Fuente de Arregia, donde me voy a refrescar a gusto...
Y pensar que he estado subido ahí hace un rato...
Y ahora unas estampas de Unzué.
Me voy, pero me llevo un buen recuerdo de este pueblo... y más de cien fotos, jeje...
Enlaces relacionados:
* Circular por el extremo oriental de la Sierra de Alaiz: Alto de la Cruz, Santa Cruz y Txanburu..
Magnífico reportaje Gonzalo, ya me alegro de que volvieras a la montaña. Sólo conozco la Peña Unzué, pero ya me fijé en su día en esas cumbres. Perfectamente explicado el recorrido, dan ganas de ir para allá mañana mismo. Un saludo.
ResponderEliminarMagnificas fotos. Precisas y preciosas explicaciones.
ResponderEliminarBonita excursion, buen trabajo amigo.
Gracias por compartirlo.
Un saludo.