Fecha: 24 mayo 2009
Cimas: Txindargaña (1082 m.), La Raja (1168 m.), Arizgaña (1246 m.) y Remendía o Erremendia (1386 m.).
Punto de Partida: Ayechu.
Tipo de ruta: Básicamente circular.
Desnivel aproximado acumulado: Unos 1100 m.
Tiempo aproximado sin paradas:
Otras observaciones:
En enero ya habíamos visitado la zona de los Montes de Areta o Sierra de Areta, una de las partes más salvajes y solitarias de la montaña Navarra, cuando fuimos al Baigura. Desde allí vimos algunas cumbres boscosas y con verticales paredes y nos quedamos con ganas de visitar esta zona.
El viernes 22 de mayo fue la ocasión propicia para hacer este recorrido. La idea era ir a la Peña de Azarte (1079 m.), en primer lugar; de ahí a la Peña de La Raja (1168 m.) y al Arizgaña (1246 m.); y por fin ascender el Remendia (1386 m.). Por un pequeño error de elección de camino y por no tener muy claro cuál era la Peña de Azarte, subimos la pequeña loma del Txindargaña (1082 m.) en lugar de aquél, pero bueno... así hay excusa para volver en otra ocasión.
Aquí dejo el mapa topográfico del recorrido que hicimos.
Nuestro recorrido en Google Earth:
Ver El Toledano Errante - Recorridos en un mapa más grande
Podéis visualizar aquí directamente el archivo kml en Google Earth. Recuerdo que está creado de modo manual: no tengo GPS.
Y aquí dejo el perfil de la ruta:
El track (elaborado a mano, no sobre el terreno) en wikiloc.
Salimos del solitario pueblo de Ayechu, perteneciente al ayuntamiento de Urraul Alto. Aquí podéis ver un folleto explicativo de la zona y aquí un mapa detallado del valle.
Para llegar a Ayechu hay que ir por una carretera que nos hace pensar que realmente estamos yendo al fin del mundo... Hay que recorrerla para entenderlo...
El pueblo tiene algunos caserones que imponen respeto...
En la parte alta del pueblo hay un pequeño aparcamiento, donde dejamos el coche. Empezamos a caminar por una pista, que es la continuación de la carretera por la que hemos entrado. Las nubes cubrían aún toda la zona de La Raja, pero esperábamos que despejara, según la previsión del tiempo.
Al poco de salir encontramos este desvío. Por él subiremos para remontar la loma suroeste que desciende del Txindargaña.
En seguida empezamos a gozar de estupendas vistas sobre Arizgaña. A la izquierda el Borrotxulo (1259 m.), en el centro el Arizgaña (1246 m.), y a la derecha del todo la Peña de La Raja (1168 m.).
El camino no tiene pérdida.
Bonitas flores con el rocío de la mañana...
Tras media hora de camino llegamos a un cruce. Es aquí donde me desorienté, pues seguí por el camino del frente que sube directamente a la cima del Txindargaña. Para ir a la Peña Azarte hay que tomar el de la izquierda. El de la derecha discurre a media ladera hasta que viene a morir en la pista que sube de Ayechu al collado de Elcoaz, por donde realizamos la bajada.
El camino que tomamos es un sendero, muy borroso en algunos tramos, que va ascendiendo algo penosamente, siempre un poco hacia la derecha. Es fácil desorientarse si no se va con mucha atención.
Encontramos muchas de éstas por el camino...
Por fin empezamos a tener vistas hacia la zona del Baigura mientras ascendemos.
La primavera está en plena efervescencia...
En el ascenso atravesamos una pequeña pista cubierta de hierba a la que hacemos caso omiso para seguir por nuestra senda.
En 20 minutos de ascensión por este camino, 50 desde Ayechu, llegamos a la loma cimera del Txindargaña (1082 m.). La cima propiamente dicha está entre los árboles que tenemos a nuestra izquierda al llegar arriba (los del centro de la foto), pero está a la misma altura que nosotros y no tiene ninguna vista, así que no nos perdimos gran cosa...
Desde aquí ya podemos ver la cima más alta de la sierra de enfrente: el Borrokosko (1406 m.), hermano mayor del Remendía al que luego subiremos.
Tras tomar algo de aliento continuamos nuestro recorrido por la derecha. Avanzamos por una ancha pista que recorre toda la loma en que nos encontramos y que se dirige al Portillo de Meaka (1184 m.), que separa las cimas de Borrotxulo y Arizgaña. Enfrente tenemos la joroba que forma la cumbre del Burruxulain (1179 m.). Ésta nos sirve de referencia, pues sabemos que hay que rodearla por el lado izquierdo.
En seguida llegamos a un cruce. Una gran pista se va por el lado derecho de la joroba y desciende. No la tomamos, pues baja también a la pista que une Ayechu con el Collado de Elcoaz. Nuestro camino (el de la izquierda) es ancho y discurre un buen rato por un agradable hayedo.
Unos 20 minutos desde que llegáramos a la loma cimera del Txindargaña nos encontramos con un nuevo cruce. El camino de la izquierda continúa directamente hacia el Portillo de Meaka, pero como primero queremos ir a visitar la Peña de la Raja, tomamos el de la derecha que va ascendiendo. En sucesivas bifurcaciones haremos lo mismo, evitando tomar los caminos que descienden a la izquierda.
En poco menos de 5 minutos salimos a terreno despejado con preciosas vistas sobre el Valle de Larraun, en el que se encuentra Ayechu. Estamos en el pequeño collado que separa Arizgaña de Burruxulain.
A nuestra izquierda vemos que estamos ya sobre la Peña de La Raja. Debemos dirigirnos al pequeño collado herboso que la une al resto de la montaña.
El camino es muy ancho y claro.
Al poco rato llegamos a una bifurcación. El camino de la izquierda va al Portillo de Meaka, uniéndose al que hemos abandonado antes. Luego lo tomaremos para subir a Arizgaña. El de la derecha desciende un poco para llevarnos hacia la Peña de la Raja.
Más primavera...
... y ¡más telas de araña! ¡¡Vaya obra de ingeniería!!
Alcanzamos el collado herboso que une La Raja al resto de la montaña en unos 15 minutos desde el collado anterior.
Buscamos un camino entre el boj para llegar a la cumbre, pero encontramos un lapiaz que no daba mucha confianza y el matorral era muy cerrado, así que decidimos conformarnos con llegar hasta aquí. Ignoro si hay alguna manera de llegar al borde mismo de la peña...
De nuevo volvimos hacia atrás sobre nuestros pasos y tomamos el desvío de antes, que nos llevará por fin al Portillo de Meaka (1184 m.). En seguida empezamos a tener preciosas vistas sobre la cabecera del valle del río Areta. Al fondo la inconfundible pareja Elke-Pausarán y el Larrogain. A la derecha distinguimos los inconfundibles contornos de Motxorro y Maices, centinelas del Baigura. A nuestros pies vemos la Peña de Azarte con sus escarpadas paredes, y nos alegramos de no haber ido a ella, pues no tenía ni idea de que fuera así la cima y no había buscado información de por dónde subirla...
Continuamos por el precioso hayedo de antes.
Y por fin llegamos al Portillo de Meaka (1184 m.): 20 minutos desde La Raja y 15 minutos desde el collado que nos separa de Burruxulain (si no hubiéramos ido a La Raja). Luego cruzaremos la escalerilla para continuar, pero ahora, para subir a la cumbre, no debemos atravesarla.
A nuestra izquierda sube el camino que nos llevaría al Borrotxulo. A nuestra derecha sube el que nos va a llevar en escasos 10 minutos a la arista cimera de Arizgaña. Ambos van siguiendo la alambrada.
El camino no tiene mayor dificultad. El único paso más complicado es una pequeña trepada (casi ni hace falta usar las manos) que nos saca a la arista cimera.
Las vistas son muy bonitas. Al salir hay una pequeña senda que va a la izquierda. Supongo que lleva al espolón oriental de la montaña. Nosotros no lo tomamos. Fuimos a la derecha, donde se supone que está la verdadera cima, a muy poca distancia. Las vistas son preciosas, sobre todo el Valle de Urraul Alto y las mayores elevaciones de la Sierra de Areta: Baigura, Motxorro y Borrokosko.
Esta es la cima, creo yo, aunque no vimos en ella buzón ni indicativo especial de cima. Preciosa, ¿no?
Esta es la cresta por la que hemos venido.
Abajo vemos la Peña de La Raja con su collado herboso.
Al este tenemos el telón pirenaico, pero la intensa calima no nos permite distinguir casi nada. Habrá que volver en los días más claros del otoño, pues además estos bosques tan variados toman una coloración alucinante...
Otra vista de las cimas de la Sierra de Areta. Al fondo la Sierra de Labia (Larrogain) y la Sierra de Osa (Elke).
Justo en el punto en que habíamos salido a la cresta cimera se encuentra este bonito belén, que además nos sirve de referencia para encontrar de nuevo el camino de bajada.
Otra vez estamos en el portillo de Meaka. El Borrotxulo que tenemos también muy cera lo dejamos para otra ocasión. Cruzamos la escalerilla y descendemos por un camino que sigue la vaguada. No está en mal estado, pero tenía infinidad de pinos caídos que lo atravesaban dificultando la marcha bastante. Al poco rato salimos a un pista herbosa que tomamos a nuestra izquierda (por el lado derecho viene desde el collado de la Peña de La Raja, rodeando Arizgaña por su vertiente oriental).
Estamos discurriendo por ella cuando de pronto recibimos un shock. ¿¿Nos hemos trasladado de pronto al Pirineo y estamos viendo las agujas de Ansabére??
En seguida nos acostumbramos a esta nueva visión tan grandiosa. Se trata de la impresionante cara este de Arizgaña. Ahora comprendemos por qué había un camino que recorría la cresta cimera hacia este lado... ¡¡menudo balcón!!
En seguida (poco más de 10 minutos desde el Portillo de Meaka) salimos a una pista más amplia. Se trata de la ya mencionada que sube desde Ayechu (desde donde podríamos haber subido hasta aquí directamente en una hora y media, más o menos) hacia el Collado de Elcoaz (por la que iniciamos nuestra ruta los primeros metros) y que se prolonga hasta Abaurrea Alta. La tomamos a nuestra izquierda, pues por ella subiremos ahora al Portillo de Borrokosko para alcanzar desde allí la cima del Remendía.
Una última mirada a la cara este de Arizgaña y continuamos.
La pista pasa al cabo de un rato junto a la arista rocosa que desciende de la cima de Olotoki (1271 m.), otra cumbre que me gustaría visitar por esta zona en otoño...
En frente vemos nuestro objetivo: el Remendía. El calor empieza a apretar y verlo ahí arriba no ayuda mucho... pero en fin, nosotros seguimos adelante.
Nos entretenemos haciendo fotos a las hojas de los robles, que ahora tienen un color precioso, o a los conos masculinos de los pinos, que no paran de expulsar polen (los que están maduros, claro...).
Y así, casi sin darnos cuenta, llegamos al bucólico Collado de Elcoaz (1137 m.), donde un grupo de caballos pasta a sus anchas. Hemos tardado unos 10 minutos desde que tomamos esta pista.
Lo atravesamos disfrutando de las bonitas estampas que nos dejan los caballos...
Un poco más adelante encontramos que los pinos ya tienen abiertos los conos masculinos y sacamos nuevas fotos...
También los majuelos en flor son preciosos...
Desde luego, uno con alergia al polen hace tiempo que habría muerto aquí...
Una media hora más de pista nos deja en una curva muy cerrada, junto a una fuente que hay a nuestra izquierda, donde nos desviamos por el camino que parte a nuestra derecha y que conduce al Portillo de Borrokosko (1261 m.), a pocos metros de aquí.
Este portillo es otro rincón idílico de prados de un verde muy brillante. Tomamos el camino que rodea los praos por la derecha y que nos conducirá de lleno hacia la entrada de un bosque de pinos y hayas.
Enfrente se ve ya la cresta del Remendía, aunque esa no es la cima. Desde aquí aún nos queda un poco menos de media hora hasta alcanzarla.
A nuestra espalda vemos que la pista continúa subiendo para atravesar luego los Altos de Remendía en dirección a Abaurrea Alta.
A nuestros pies gozamos ya de estas vistas de la cabecera del valle del río Areta.
Nos metemos, pues, en el citado bosque y llegamos en seguida a este portillo. Cruzamos la primera puerta, pero no la roja, pues ahora hemos de seguir la alambrada que asciende desde ella, llevándola siempre a nuestra derecha.
El bosque es claro y se puede ir por donde se quiera. Arriba llegamos al borde de la arista que tiene una gran caída. Debemos seguirlo (hay trazas de senda) hasta llegar a la cima del Remendía. Vi alguna marca de plástico en los árboles, pero las perdimos en seguida. No tiene pérdida, sólo hay que seguir la cresta.
Por fin, tras unos 20 minutos vemos el claro herboso que conforma la cima.
Y por fin llegamos a la cumbre. Remendía o Remendia (1386 m.).
En el buzón (con curiosa forma de asador de castañas) ponía otro nombre y otra altura. Ezpondarri, 1214 m. La altura es incorrecta seguro, pues ya el Portillo de Borrokosko desde el que hemos subido está más alto, y el Borrotxulo (1259 m.) quedaba muy por debajo de nosotros. Respecto al nombre, buscando luego he visto que es otra denominación de esta montaña, aunque no aparece así en ninguno de los mapas que tengo... no sé... tampoco es algo que me quite el sueño...
A nuestros pies tenemos el valle del río Erekia o Reslanda hacia la izquierda...
... el valle del río Areta hacia la derecha, con las escarpadas cumbres de Peña Azarte (a la derecha) y Lube (a la izquierda)...
... y, separándolos, los verde prados del Collado de Elcoaz, defendido al sur por el espolón de Arizgaña y por las paredes rocosas del Borrotxulo.
Arizgña.
La vista del Pirineo debe ser preciosa... digo "debe ser" porque esta incómoda calima nos impide ver nada más que unos fantasmas de cumbres...
Otra foto del buzón. Estas con el enfoque del primer plano me encantan...
El límite del hayedo por el que hemos venido está muy cerca.
Aquí comemos y nos entretenemos admirando las vistas y haciendo alguna foto y hasta un vídeo...
Algunas florecillas que encontramos en la cima.
Esto es lo que veíamos del Pirineo.
Un poco de zoom sobre el Ori y la Sierra de Abodi. En la parte inferior de la foto se ve la Ermita de Nuestra Señora de Muskilda, de Ochagavía.
Todo es paz aquí arriba...
Esta borda me gustó... me parece que está en un rincón envidiable, aunque hay cierta fémina que no opinaría lo mismo...
Más fotos de la cumbre.
Y tras marear por allí un buen rato y reposar la comida emprendemos el camino hacia Ayechu de nuevo. Bajamos por donde hemos subido y salimos en seguida otra vez a los prados del Portillo de Borrokosko.
Bajamos a la fuente, donde nos refrescamos un poco. Nosotros bebimos y me pareció que el agua estaba muy rica (al menos no nos pasó nada)... aunque limpiamos antes el caño, pues ahí abrevan también las vacas...
En el camino de bajada disfrutamos de la explosión primaveral que invadía todo el monte.
De nuevo pasamos junto a la arista que baja del Olotoki. Parece un macetero gigantesco...
Otra vez aparece ante nosotros, altiva, la cara este de Arizgaña.
Mirando atrás vemos el Olotoki y la Peña de Larraun, con su llamativo extraplomo.
Y, una vez pasado ya Arizgaña vamos a encontrar otro foco de atención: la Peña de La Raja, que a la mañana no vimos bien por las nubes... La verdad es que es bastante impresionante... parece puesta ahí por un gigante después de estar construida la montaña...
A nuestra izquierda tenemos el bonito valle de Larraun, un pueblecito deshabitado. También podíamos haber bajado por allí, pero yo iba con la idea de encontrar las ruinas de la Ermita de La Raja, que había leído que eran interesantes de ver, y por eso no dejamos la pista... Sin embargo, de las ruinas ni rastro... se ve que hay que desviarse en algún momento... si no, no me lo explico...
La Peña de La Raja sigue siendo nuestro principal foco de atención.
Este último tramo de pista se nos hizo interminable... Encima picaba el sol que daba gusto...
En las cercanías de Ayechu encontramos este rebaño de ovejicas... ¡Qué tranquilidad dan estas escenas! Aquí el ritmo de vida es muy distinto del ajetreo que llevamos en las ciudades...
Y por fin, tras un descenso de casi dos horas y media desde el Remendía que se nos hizo eterno, llegamos a Ayechu de nuevo.
Nos despedimos de la Peña de La Raja que tan buen sabor de boca nos ha dejado, esperando volver pronto a estos montes salvajes de la Navarra más profunda...
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