Fecha: 27 de enero de 2010.
Destino: Ibones de Anayet.
Punto de Partida: Formigal-Anayet.
Tipo de ruta: Ida y vuelta.
Desnivel aproximado acumulado: 520 m.
Tiempo aproximado sin paradas: El tiempo en rutas con nieve varía muchísimo en función del estado de la nieve, el equipo que se lleve y la experiencia. Nosotros, con poco experiencia y nieve algo blanda en la parte inferior tardamos unas 2 h. en subir (en verano se sube en 1 h.) y 1 h. en bajar. De todos modos, hicimos bastante paradas porque se me salían todo el rato los crampones que me habían dejado.
Otras observaciones: Al ser propenso a aludes el barranco de Culivillas, es imprescindible informarse bien antes de ir del riesgo de aludes (recuérdese que la mayoría de muertes por aludes se produce con Riesgo 3).
Recuperando excursiones antiguas que aún tengo sin poner, os dejo aquí ésta del invierno pasado a los ibones de Anayet.
Aquí os dejo el recorrido que hicimos en Google Earth.
Ver Ibones Anayet en un mapa más grande
Aquí podéis descargar el archivo kml para visualizarlo en Google Earth directamente.
El perfil altimétrico y la distancia.
El track (elaborado a mano, no sobre el terreno) en wikiloc.
Mapa del recorrido sobre la cartografía topográfica.
Como el 27 de enero de 2010 daban buen día en el Pirineo Aragonés y bajo riesgo de aludes, aunque con mucho frío, nos fuimos a subir a los Ibones de Anayet, que era algo que teníamos pendiente desde hace tiempo para hacer en invierno.
Nosotros somos poco expertos en el tema de la nieve (yo menos que mi hermano). La idea era algo sencillito que ya conocíamos para probar los crampones y subir también al Vértice de Anayet.
Al final nos quedamos sólo en los ibones, porque entre que los crampones que me habían dejado se me salían todo el rato y no los podíamos ajustar, y la poca experiencia que tenemos en nieve se nos hizo bastante tarde para ir más allá.
También puede ser interesante este recorrido con raquetas, aunque la parte final de acceso a los ibones es bastante empinada.
Pongo algunas fotos y no describo mucho, pues está perfectamente descrita en la entrada que puse cuando fui en verano desde el Corral de las Mulas.
En el aparcamiento de Formigal-Anayet.
Hacia allá vamos.
Seguimos lo que en verano es el GR 11, y al fondo giramos a la derecha para internarnos en el barranco de Culivillas.
Pasamos junto al arroyo.
Y vamos remontando el barranco como mejor podemos. Cuando encontramos huella la vamos siguiendo. Encontramos restos de pequeños aludes a la derecha.
Las vistas según subimos son increíbles.
Continuamos con la última cuesta.
Bonitos juegos de luces en la nieve.
La última subida se me hizo durilla. Lo de la nieve es precioso, pero hay que ver lo que cuesta…
Y por fin salimos a la cuenca de los ibones. Por supuesto, están totalmente congelados… Las vistas aquí son preciosas.
Como ya era muy tarde y vimos que no íbamos a llegar mucho más lejos, nos quedamos a comer aquí. Mientras vimos a dos montañeros que debían bajar del Pico o del Vértice.
La impresionante pirámide del Pico de Anayet, el primer pico que subí en el Pirineo, allá por el año 2000.
El Midi d'Ossau, que aunque Juan Luis ya lo ha subido yo lo tengo aún en la lista de pendientes.
Los integrantes de la "expedición".
Culivillas.
Arroyeras.
Pico de Anayet y Midi. Los ibones por ahí andan entre medias, bajo la nieve.
Y llega la hora de emprender el descenso, pero antes no podemos evitar sacar algunas fotos más.
Hacia la zona del Taillón.
Tendeñera y Otal.
Picos del Infierno, Garmo Negro, Algas...
Éste más contento que unas pascuas con Picos del Infierno detrás.
La luna empieza a asomar.
Y emprendemos definitivamente el descenso. Según vamos bajando se abren las vistas hacia el Balaitús. ¡¡Cómo me gusta esa montaña!!
Culivillas vigila nuestro descenso.
A nuestra espalda la luz del atardecer da bonitos tonos a la ladera de Espelunciecha.
La luna de nuevo…
Y continuamos hasta las pistas.
Los remontes nos brindan curiosas perspectivas.
Balaitús al atardecer. ¡¡Qué montaña!!
Y por fin de vuelta al aparcamiento.
Y aquí algunas fotos del atardecer mientras volvíamos.
Una salida invernal que será difícil de olvidar…
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