viernes, 18 de julio de 2008

Ruta por el Circo de Fuente Dé (Padiorna-Liordes)

Fecha:
Cimas:
Punto de Partida:
Tipo de ruta:
Desnivel aproximado acumulado:
Tiempo aproximado sin paradas:
Otras observaciones:





El día 18 de julio de 2008, aprovechando nuestras habitales vacaciones en Asturias, Ester y yo (más bien yo) decidimos hacer una visitica a los picos de Europa, haciendo una ruta en el circo de Fuente Dé (Cantabria). Subiríamos en el teleférico hasta el Balcón del Cable (1850 m.) y, desde allí, bajaríamos de nuevo al aparcamiento (1050 m.) andando, pasando por la Colladina de las Nieves (2224 m.), junto al pico de la Padiorna (2314 m.).

Desde el aparcamiento se veían ya las paredes por las que tendríamos que bajar.


El teleférico llegando a la estación inferior (1078 m.).


Alguna foto desde el interior de la cabina...



Los Tornos de Liordes, por donde bajaríamos al cabo de un rato (bastante rato...).



El Balcón del Cable (1834 m.), conocido simplemente como "El Cable", se construyó entre 1945-46, y se llama así por el doble cable instalado en 1903 por la Compañía Minera Vieja Asturiana, para bajar el mineral de calamina que se extraía de las minas de Altaíz y Fuente Escondida (Lloroza).
La estación superior del teleférico tiene una cafetería con autoservicio, desde donde las vistas son estupendas. Hemos subido 800 metros sin enterarnos.


Comenzamos a andar por la pista ancha que lleva al Refugio-Hotel de Áliva o hacia el Collado de Horcados Rojos. Frente a nosotros tenemos ya la Padiorna (el pico de la izquierda) y la Torre de Altáiz y pico de San Carlos (2392 m.) a la derecha. Entre medias se ve la Canal de San Luis, por donde subiremos.


Un detalle del punto más alto de nuestro recorrido: la Colladina de las Nieves (2224 m.), junto al pico de la Padiorna.


Al cabo de unos 10 ó 15 minutos sale un desvío poco claro a nuestra izquierda, junto a las ruinas de los casetones mineros de Lloroza (1864 m.). Baja haciendo unas zetas y enlaza con una senda, bastante clara al principio, que se interna en un laberinto de roca caliza, subiendo poco a poco: la Canal de San Luis. A nuestra derecha impone la Torre de Altáiz.



Cada vez parece más que nos estamos metiendo por otro mundo: un laberinto de piedras.
El camino se va perdiendo al cabo de un rato y en ocasiones es difícil orientarse. Hay que tener claro hacia dónde vamos y seguir los hitos y las indicaciones (cuando las hay, en un par de cruces de caminos) que indican hacia Padiorna.


División de caminos a mitad de la subida. Hay que tomar el de la derecha.


Todo el rato parece que vamos de frente hacia un pequeño circo que nos cierra (el Hoyo Oscuro), pero no debemos llegar al final del mismo, sino superarlo por su lado izquierdo. Así, se remonta un fuerte repecho, aunque no muy largo, donde andamos sólo por roca y hay que seguir los mojones todo el rato para no perderse.



Y por fin llegamos a un rellano, desde donde queda poco hasta el collado. De nuevo hay que ir muy pendiente de los hitos. Hacia abajo vemos el camino por el que vinimos desde El Cable.


Algunas montañas no son tan altas como aparentan... como ésta, la Torre del Hoyo Oscuro (2429 m.), que Ester tiene al alcance de la mano...


Finalmente llegamos a la Colladina de las Nieves (2224 m.). Hemos tardado unas dos horas, pues hemos ido parando mucho porque Ester tiene poca costumbre de andar por la montaña (cuando lo lea me mata... menos mal que no suele entrar por aquí...). En hora y media se puede llegar holgadamente.
Desde aquí se sube al Pico de la Padiorna (2314 m.) por un sendero que te deja en la cumbre en menos de 10 minutos.


Frente a nosotros tenemos los Picos de Friero: de derecha a izquierda, Torre de Friero (2443 m.), Torre de Hoyochico (2369 m.), Torre de Llordes o del Hoyo de Liordes (2477 m.) y Torre de Salinas (2447 m.).


Después de comer emprendemos la bajada por una senda que sale bajando hacia la otra vertiente, un poco a la derecha.
En seguida aparece ante nosotros, bastante más abajo, la Vega de Liordes, con el pequeño refugio que hay en ella.


Desde la Colladina de las Nieves vamos bajando siguiendo la senda que, según el mapa, debería unirse al camino general que viene del Refugio Cabaña Verónica (si hubiéramos dado la vuelta al circo por el itinerario más frecuentado, pero también más largo).


En principio deberíamos haber salido, sin dificultades, un poco más arriba del Collado de Padiorna, pero al ser este terreno tan caótico en comparación con el Pirineo al que estoy más acostumbrado, seguimos unos hitos que no nos llevaban por el camino sencillo, sino por una bajada bastante delicadita. Sin ser aérea en ningún momento, era bastante empinada, y Ester lo pasó mal en algunos pasos que requerían un poco de destrepada.


Felizmente llegamos al camino que rodea la Vega de Liordes a media ladera por su cara norte. Habíamos atajado, pero Ester estaba bastante nerviosa por lo que acababa de bajar... No sé si volveré a convencerla después de esto para venir al monte... En fin, por suerte yendo despacio y con cuidado no pasó nada. Ahora seguimos por un claro camino hacia la salida de la Vega de Liordes para bajar por los tornos hasta Fuente Dé.


Ester con la Torre de Friero, Torre de Hoyo Chico y la Torre de Llordes a sus espaldas.


La Vega de Liordes con la Torre de Salinas al fondo.


Posando con los Picos de Friero detrás.


Por este camino seguimos hasta el borde del balcón que nos asoma, casi mil metros sobre Fuente Dé. Ahora vienen los temibles Tornos de Liordes. Zetas y zetas de camino empinado con una vista muy aérea, aunque sin peligro... excepto algún que otro resbalón con caída de culo incorporada si no vas con cuidado, dado que gran parte del camino es un auténtico canchal.






Una miradita atrás nos muestra lo que ya llevamos bajado. Esta canal se llama Canal del Embudo, y con razón... Desde esta perspectiva, la Padiorna (a la derecha) parece un colmillo amenazante...


Seguimos siempre bajando. No tiene pérdida.


Los rayos del sol se escapan por detrás de Peña Remoña (2239 m.).


Por fin llegamos a las praderas inferiores, junto al parking, con las rodillas algo cansadas y Ester con alguna que otra uña morada. Son tan distintos estos parajes de los inhóspitos de las cumbres...


No sé si volveré a engañarla para llevármela a la montaña...


El mapa de nuestro recorrido.

1 comentario:

  1. Buen paseo. Hago eso yo con mi mujer y revienta... ella, y después reviento yo, je, je.

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