Fecha: 4 junio 2008
Cima: Bozo de Bernera (2454 m.)
Punto de Partida: Refugio de Lizara.
Tipo de ruta: Circular.
Desnivel aproximado acumulado: 900 m.
Tiempo aproximado sin paradas:
Otras observaciones:
El miércoles 4 de junio salimos de Pamplona con idea de hacer varias cumbres del Macizo de Bernera, entre el Bisaurín y la Sierra de Aísa (la zona del Aspe).
Salimos a las 8 de la mañana y llegamos al Refugio de Lizara (1540 m.) sobre las 10 (haciendo alguna que otra paradica para sacar fotos...)
Ver El Toledano Errante en un mapa más grande
Este es el mapa del recorrido que hicimos:
Al llegar al refugio lucía el sol y los colores eran como para una foto, ¿o no?
Comenzamos a subir por un camino muy claro que sale detrás del refugio, siguiendo las indicaciones del GR 11, que se dirige al refugio de Gabardito pasando por el Collado del Foratón.
Hay que ir atento pues a unos 10 minutos de ir andando sale un desvío a mano derecha (marcado claramente con un hito) por el que nos hemos de meter.
Los prados que dejamos abajo a la derecha están plagados de vacas y son regados por una cascada que sale como un chorro de entre las rocas. El macizo que se ve al fondo es Bernera, donde subiremos. Después bajaremos por el otro lado, saliendo cerca de la cascada que se esconde en la sombra.
Al poco rato hemos ganado bastante altura y se ve el refugio cada vez más pequeñito...
Media hora después de salir llegamos a una cabañita (Refugio de Oldecua) que está al pie de las últimas murallas del macizo del Bisaurín: son los farallones de Fetás. Aquí hacemos un alto antes de internarnos en el barranco tan chulo que sigue a continuación.
A la entrada del barranco que hemos de remontar a continuación... La profunda brecha que tenemos enfrente es el Achar de Catiellas.
Por fin, tras una subida mantenida, llegamos a la cota de 1900 m., donde abandonamos el camino buscando por dónde cruzar el río y subir hacia el collado de Bernera. Si siguiésemos un poco más el camino llegaríamos en seguida a la Caseta de Forestales o Caseta de Bernera, que luego veremos desde arriba.
Sólo teníamos la referencia de que en esta cota salía una clara canal hacia el collado. Pero como no lo veíamos claro creímos que era por la ladera que teníamos a nuestra derecha y empezamos a subir a saco. Lógicamente nos habíamos equivocado. Por donde fuimos -una inmensa pedrera- llegamos arriba, claro, pero agotados y más al sur de lo que debíamos.
Desde ahí fue fácil salir al llano en que deberíamos haber desembocado de no ser tan impacientes (el desvío correcto estaba un poco más adelante) y ahora veíamos clara la subida que nos esperaba hasta el collado. Con más nieve de la esperada, por cierto... Y empezamos la más dura ascensión del día, evitando en lo posible la nieve, que lo hacía mucho más agotador. En esta foto se ve al pobre Juan Luis jadeando mientras sube...
Un pequeño descansillo a media altura para tomar aliento y admirar las vistas y seguimos...
Si que estaba empinado, ¿eh?... El macizo del Bisaurín, con las laderas de Fetás en primer término, era nuestro telón de fondo todo el rato.
Aquí van varias fotos del tramo final de la subida al collado de Bernera, toda una matada con tanta nieve en la que nos hundíamos constantemente. Sin embargo las vistas compensaban el esfuerzo...
Por fin arriba del Collado de Bernera (2369 m.). Todo un triunfo...
Desde aquí unas vistas impresionantes del pico Llena del Bozo, donde iremos en cuanto haya algo menos de nieve.
Y ahora seguimos subiendo hacia la cresta donde está nuestro objetivo: Bozo de Bernera (2454 m.).
Salimos al collado que separa el Bozo de Bernera de Ruabe de Bernera y, ya por la cresta, vamos a nuestra izquierda hacia donde teníamos pensado. La idea inicial era hacer toda la cresta hasta el pico Olibón, que luego se ve en alguna foto, pero había demasiada nieve y sin ir muy preparados era mejor no arriesgarse. Para colmo, luego nos entró niebla, así que desistimos del intento. De todos modos disfrutamos un buen rato de la cresta y allí comimos y sacamos bastantes fotos.
Tardamos 3 horas y cuarto desde el refugio de Lizara. Sin nieve y sin equivocarse se habría tardado bastante menos...
Al fondo tenemos el pico Olibón sobresaliendo como un colmillo (el del centro a la derecha de la foto), y más atrás aún unos hermosos pirineos franceses bien cargados de nieve...
Mi amigo, el pico Olibón, y yo.
Juan Luis admirando el Midi d'Ossau, que sobresalía entre todas las demás cumbres. ¿Iremos algún día??
Otras vistas del circo de Olibón. Supongo que algún día lo veremos desde abajo, pues tenemos idea de ir al Valle de los Sarrios desde Estanés.
A nuestra espalda ha quedado el Bisaurín, otro próximo objetivo.
Como se puede ver estamos en un balcón privilegiado entre colosos...
Si miramos hacia abajo... El Valle de los Sarrios. Algún día estaremos en él.
Y después de tanta foto por la cresta por fin nos decidimos a ir a la cumbre, aunque ya había poca diferencia.
Una mirada abajo y se ve el último tramo de nuestra subida al collado, que se hizo interminable con tanta nieve...
Así que, como dije antes, aquí comimos admirando las vistas y disfrutando de unas buenas Rufles al Jamón. Pero las nubes empezaron a bajar y ante la posibilidad de que entrara niebla, lo cual no es muy apetecible por estos derroteros y teniendo que bajar aún por toda una ladera nevada, decidimos entretenernos lo menos posible.
Así que empezamos el descenso del pico con mucho cuidado.
De nuevo en el colladico que separa El Bozo del Ruabe vimos la sencilla chimenea por la que se sube de nuevo a la cresta por donde habríamos seguido en caso de ir al Olibón. No podemos resistir la tentación (sobre todo yo) y decidimos asomarnos un momentico a pesar de la niebla.
En la cresta.
Ahora sí, empezamos la bajada a lo bestia por la nieve hacia un llano que hay más abajo.
Ya en el llano nos sorprende la formación de la nieve a modo de cráter alrededor de este pedrusco...
Seguimos hasta el fondo del llano y de nuevo hay que bajar por otra ladera muy empinada. Hay un camino entre las rocas señalado con hitos hacia el lado izquierdo del borde de nuestra planicie, pero -del mismo modo que a la subida evitábamos la nieve por lo cansado que resultaba- ahora buscamos bajar por los neveros y dejamos de lado el camino. Total, simplemente hay que bajar toda la ladera hasta llegar al arroyo de abajo, cuyo curso hay que seguir hasta unos prados más o menos llanos donde tomaremos el camino que nos lleva al Collado del Bozo, a la sombra de la Punta Alta de Napazal.
Atrás quedan ya los paredones de la Llena del Bozo.
Y nosotros tomamos el camino que, en ligera curva hacia la derecha y siguiendo -más o menos- la cota de los 2000 m., nos lleva al Collado del Bozo, desde donde bajaremos de nuevo al refugio de Lizara.
El Collado del Bozo (1995 m.).
Revisamos por última vez el mapa y nos despedimos de la Llena del Bozo, pues en cuanto enfilemos el refugio hacia abajo la perderemos de vista...
Y allá vamos, hacia el refugio donde esperamos que siga el coche...
Bajamos siguiendo las marcas rojas y blancas del GR 11, marcas que es importante no perder, pues nosotros nos desviamos en un momento dado demasiado a la derecha siguiendo uno de los numerosos senderos que han hecho las vacas, y cuando nos dimos cuenta no podíamos seguir a no ser que supiéramos volar y tuvimos que volver un buen rato hacia atrás hasta un punto donde pudiéramos retomar el GR.
Según bajamos, de nuevo la cumbre del Bisaurín se pierde y solo vemos los murallones inferiores de Fetás.
Por fin llegamos a la cascada que vimos en la sombra al principio de la excursión.
Atrás queda ya el Macizo de Bernera con las nubes en su cumbre.
Y tras unos minutos andando por una pista invadida por los prados llegamos al refugio. Son las 6 de la tarde. El coche sigue allí (como era de esperar) y sólo nos queda volver a Pamplona hasta la próxima visita a los pirineos.
¡Saludos!
como mola ese macizo!!!! Llana del Bozo y Llana de la garganta em faltan por hacer.
ResponderEliminarPues el organo ese no recuerdo de donde es, pero me suena que puede ser de una iglesia del Pirineo Catalán...
Saludos errante