miércoles, 27 de diciembre de 2006

Ascensión a la Sierra de Nambroca (944 m.)

Fecha:
Cimas:
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Tipo de ruta:
Desnivel aproximado acumulado:
Tiempo aproximado sin paradas:
Otras observaciones:





El miércoles 27 de diciembre de 2006, ya que habíamos bajado a Toledo por Navidades y sentía la llamada de las alturas, engañé a Ester y a su hermana (bueno, ella venía de buen grado) para subir algún sitio de los que teníamos por allí cerca. Y decidimos subir a la Sierra de Nambroca.

Llegamos a Nambroca (672 m.), pueblecito a doce kilómetros al sur de Toledo, y dejamos el coche en la calle de la que parten el Camino del Cañal y el Camino de las Beatillas, casi a la salida del pueblo. Éste último camino, el de las Beatillas, es el que tomamos para iniciar nuestro recorrido.


Cruzamos por encima de la carretera de circunvalación (aún no estaba construida la Autovía de los Viñedos) y llegamos a un cruce de caminos, donde tomamos el de la derecha: el Camino del Portachuelo, que nos llevará directamente al primer collado de la sierra, tras cruzar el Camino Real de Sevilla.

Discurrimos entre bonitos olivares. En invierno esta zona tiene el encanto de la tierra que duerme, esperando de nuevo la primavera.


A lo lejos se contempla la silueta del Castillo de Almonacid, mientras los primeros brotes de cereal (¿cebada?) están empezando a nacer.


Ester aún va contenta... dentro de poco el camino se empina y entonces veremos qué dice...


Efectivamente, dice que ella va a su aire... Nada, nada, es cuestión de paciencia.


Los olivares, vistos desde aquí, parecen pintados en acuarela... Al fondo, detrás de unas naves, empiezan a vislumbrarse las torres del Alcázar de Toledo.


Por fin Ester llega al collado (846 m.). Se tarda poco más o menos una hora desde el pueblo.


Los tres en el collado. Se ve que dejé la cámara un poco torcida...


Al este tenemos el Cerro de los Ingertales (909 m.), y al oeste tenemos Marica (944 m.), la cumbre más alta de la Sierra de Nambroca, así que hacia ella nos encaminamos, siguiendo la cresta y sin ningún sendero fijo.


Una mirada atrás nos muestra el Cerro de los Injertales y el camino andado desde el "portachuelo" (palabro que supongo que se refiere al colladico en que hemos estado). Al fondo el Castillo de Almonacid.


¡Qué bien se ve ya Toledo allá abajo!


Y hasta quedan algunos restos de nieve...


Llegando a la cumbre encontramos las numerosas trincheras de la Guerra Civil. Debía ser horrible estar atrincherado aquí arriba...




Un tunel excavado en la roca, supongo que lo usaban de almacén o de resguardo.




Y por entre las trincheras seguimos caminando hacia la cumbre.


¡Cumbre! 944 m. y unas vistas muy bonitas de los pueblos de la zona. Poco menos de una hora desde el portachuelo. Unas dos horas desde Nambroca (yendo con muuuucha calma).








Una panorámica hacia el oeste con el resto de la cuerda hasta Cerro Gordo (838 m.)


No puede faltar la costumbre de coronar el vértice geodésico.


Echamos una última mirada hacia el este, contemplando de donde venimos y el Castillo de Almonacid...


... y empezamos a bajar de la cumbre por un camino muy marcado.


Allí estábamos hace un rato y ese es el camino por el que hemos bajado.


Desde aquí continuamos hasta salir al Camino del Cañal, que nos llevaría directamente al punto de partida. Pero al cruzar con el Camino Real de Sevilla, como me hacía ilusión andar un rato por la Ruta de Don Quijote, fuimos por él hasta el cruce por el que habíamos pasado a la subida, para volver por donde vinimos.


Una portada llegando al pueblo.


Cruzando la carretera. Ya estamos de vuelta. En la bajada sólo hemos tardado una hora.


Es una cortica excursión (unas tres horas en total, con muchas paradas y despacio) pero bastante bonita para contemplar los pueblos y campos de la zona desde este mirador natural.

Aquí dejo la foto del satélite con el recorrido que hicimos y los nombres de los caminos.

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